Si te encuentras pensando vallar tu finca y no sabes cómo hacerlo y con quién contactar, aquí te contamos todo lo que necesitas saber para elegir el vallado más acorde al uso de la finca y el presupuesto del que puedes disponer.
¿Por qué vallar un coto de caza?
Siendo el propietario de una finca de caza mayor, sin duda querrás garantizar que las especies de tu área no se van a otras zonas o son cazadas por furtivos. Para que esto no ocurra, un buen vallado es tu mejor opción.
Vallado de fincas cinegéticas. ¿Cuáles son los requisitos a cumplir?
Antes de nada, debemos consultar la normativa cinegética de nuestra comunidad autónoma. En ella podremos comprobar el mínimo de hectáreas necesarias para llevar a cabo el cerramiento cinegético. Si cumplimos con lo indicado, tan sólo nos quedaría rellenar un formulario antes de proceder al vallado de la finca.
Los trámites del vallado de una finca, pueden diferir en algunas comunidades autónomas, por ejemplo, en Andalucía es necesario poseer al menos 2.000 hectáreas para poder realizar el vallado de la finca cinegética; en Valencia o Castilla La Mancha con tan solo 1.000 hectáreas es suficiente; aún menos en Madrid o Barcelona que el mínimo es de 500.
Con estos trámites realizados, y si entre los usos urbanísticos del terreno se contempla el aprovechamiento cinegético, podremos vallar nuestra finca.
¿Qué tipo de vallado podemos instalar?
Los vallados para fincas suelen tener diferentes nombres:
- Vallados cinegéticos
- Vallas ganaderas
- Vallas anudadas
Mayormente son vallas metálicas abrazadas a unos postes de madera, aunque también se podrían encargar con postes metálicos.
Estos vallados son los más usados para cercar grandes áreas de terreno y son ideales para instalar en fincas de caza o de explotación agraria.
Las mallas ganaderas están formadas por alambres verticales y horizontales que generan cuadrados. Las uniones de los alambres verticales y horizontales se pueden presentar de dos formas distintas, nudo muelle, que consiste en enrollar el alambre vertical al horizontal y los de nudos independientes o de alta tensión, los cuales necesitan de un tercer alambre para unir los horizontales y verticales.
Los nudos independientes ofrecen una mayor resistencia y su durabilidad también es mayor, siendo más utilizado en fincas destinadas a la caza.
En la actualidad existen mallas con grosores que van desde los 1,9 milímetros hasta los 3 milímetros y con alturas que oscilan entre los 80 cm y los 2 metros.
Toda valla lleva una referencia tipo 200/22/15, por lo que si nos encontramos frente a ella, sabremos que los primeros números nos identifican la altitud, en este caso 2 metros, la parte intermedia nos habla del número de alambres horizontales, que serían 22 y que la separación entre los verticales es de 15.
¿Cuánto puede costar el vallado de un coto de caza?
Vallar un coto de caza puede tener unos costes muy dispares, y dependerá en gran medida de las hectáreas a vallar y de las características orográficas del terreno. Por lo general, el vallado de una finca llana es obviamente mucho más barata que vallar una finca con un terreno abrupto e irregular.
¿Cómo vallamos una finca?
Para decidir que altura debe tener nuestra valla, debemos saber que especies habitan en la finca. Tomando esto como referencia instalaremos vallas de entre 1,60 a 1,80 metros de altura para el jabalí, gamo o corzo y de 2,20 metros para los ciervos. La distancia entre los postes irá de entre 2 y 4 metros para los jabalíes y de 4 a 6 para los cérvidos.
Por otro lado, es importante tener en cuenta la profundidad a la que deben estar soterrados los postes, ya que si nuestra especie más habitual es el jabalí, debemos saber que suelen excavar para levantar el mallazo.
